La salud intestinal es esencial para funciones como la digestión y la absorción de nutrientes. Un intestino sano garantiza una respuesta inmunitaria sólida y proporciona una barrera contra los agentes patógenos, las toxinas y otras sustancias nocivas. Una salud intestinal deteriorada conduce a:
Reducción de la respuesta inmunitaria
Reducción de la uniformidad de la manada
Reducción del rendimiento de los huevos
Reducción del crecimiento
Reducción de la eficiencia alimentaria